NOS VEMOS EL PRÓXIMO AÑO

Muchos de vosotros nos preguntáis si volveremos a Senegal.
Os contaré que lo que le pedimos a la vida es que nos siga interesando. El único miedo que podemos tener, el único temor, es que la vida no nos siga sorprendiendo y que no nos quede motivación para seguir ayudando.
Así pues, la respuesta es fácil; desde luego que volveremos. Echamos de menos a aquellos niños y estamos deseando disfrutar de su compañía. Volveremos a Senegal, si. La idea es en 2010. Queda un año, pero ya tenemos ganas.

LAS GRACIAS

Gracias en Olof se dice Dieureudieuf y, antes de despedirnos de este blog, Anabel, Javi y yo os tenemos que agradeceros muchas cosas. Veréis, cada uno de vuestros comentarios ha servido para animarnos como no podéis imaginar, porque es verdad que ha habido momentos duros. Pero, sobretodo, cada uno de vuestros donativos ha servido para comprar juguetes que arrancaron muchas sonrisas, comida que les alimentará durante un tiempo considerable, colchones que mejoraran su descanso y su sueño, medicamentos que curarán alguna de sus heridas, ropa que sustituirá a sus harapos y también ha permitido que un cuidador de niños minusválido pueda trasladarse por la ciudad… y sois vosotros los que habéis conseguido todo esto. Anabel, Javi y yo solo hemos transformado vuestro dinero en aquellas cosas que entendimos que eran necesarias para aquellos niños y nos sentimos muy compensados por la enorme satisfacción de haberlo hecho. Un día después de nuestro regreso aún nos relamemos heridas de espíritu y seguimos cansados, pero sucede que en pocos momentos de nuestra vida hemos disfrutado más del esfuerzo realizado.
Nuestra última voluntad para este blog es que, en lo posible, podáis daros cuenta de lo importante que todos vosotros habéis sido. Por eso queremos despedir el blog con las fotos de los protagonistas de estos diez días en Senegal; lo rostros de algunos de los niños a los que habéis ayudado.
Dieureudieuf.

YO, JAVI

Yo Javi, quiero agradecer a toda la gente que ha colaborado con sus donativos, que sin ello no hubiera sido posible alegrar a tantos niños.


Tambien quiero agradecer a Raúl y Anabel por el apoyo y las ganas de trabajar que han puesto en estos 10 dias.






A Fatu la doy las gracias por tranmitirnos la fuerza y las ganas de volver otro año mas.



Espero que éste blog os haya servido de factura por todos los donativos que hemos recibido. Mil gracias.

EL DÉCIMO DÍA

Sinceramente, hay ganas de irse. Hemos gastado todo el dinero recibido y estamos satisfechos con lo hecho. El material escolar que llevábamos lo hemos entregado a una escuela pública, nuestro último gesto solidario. Aquí ya no tenemos nada que hacer y nos espera un viaje largo.





















Dirección a Dakar hemos visitado el famoso Lago Rosa, donde terminaba el rally Paris-Dakar que se ha suspendido por motivos de seguridad.





















Luego nos hemos dirigido a Dakar, sucia, fea, mugrienta y enfermiza. Desde su puerto hemos zarpado rumbo a la isla de Goré, último lugar de África en el que los esclavos negros permanecían antes de introducirles en las bodegas de los barcos rumbo a América.
Visitar la Maison de los Esclavos con nuestro amigo Demba fue acompañándonos nos produjo una profunda vergüenza. Daban ganas de pedirle perdón cuando contemplabas el lugar donde los pesaban (mínimo 60 kilos para tan larga travesía), les hacinaban o les castigaban si mostraban rebeldía).






















Vimos la última puesta de sol sobre Dakar antes de dirigirnos al aeropuerto, donde esperaremos más de 6 horas antes de coger el vuelo.
























Mañana nos despediremos de este blog colgando fotos de algunos de los niños a los que con vuestra generosidad habéis ayudado.

EL NOVENO DIA

La casa donde dormimos es enorme y esta destartalada. Ocupamos, junto a algunas cucarachas la segunda planta de la casa y los guardas de seguridad la primera planta.
Es fea, desproporcionada (uno de sus banos medira cerca de 30 metros cuadrados, mientras su cocina no llegara a los 15 metros) y esta ruinosa. Las camas sobre las que Anabel, Javi y yo dormimos tiene un colchon de espuema que va hundiendose a medida que pasan los dias, respetando de dia y de noche los huecos que dejan nuestros cuerpos.

A pesar de nuestra busqueda con teson no hemos encontrado al agua calienta y la fria cae del grifo con parsimonia. El suelo de la ducha se hunde y por respeto a nuestra salud evitamos cualquier contacto con el microondas y la nevera grande. Las paredes son tan altas que no es posible alcanwar los mosquitos que instalados a salvo en el techo se relamen de gusto cqda vez que observan como nos acostamos. La mugre de sus sanitariosf provoca ataques periodicos de estrenimiento. Apenas existen bombillas que funcionen, como si la oscuridad pudiera solventar la sucia desnudez de sus paredes. Al fin, esta condenada casa ha conseguido que en ciertos momentos nos hayamos sentido tan destartalados como ella. Pero tambien ha sufrido nuestras risas, nuestra gastronomia (desalentadora pero generosa),

nuestra cervezas y nuestro tabaco, nuestros bailes y sobretodo nuestras filosofias a las que hemos dedicado una buena parte del tiempo compartido entre sus paredes.

Esta tarde nos hemos dado un relajante paseo por la playa de Saly y nos hemos tomado unos pescaditos a la salud de todos vosotros.

Besotes para todas, ehhhhhh (Javi dice que en especial para una)

EL OCTAVO DIA

Thies no es una ciudad a la que se acerquen los turistas. Por eso los chavales no estan acostumbrados a ver a blancos y cuando se dan cuenta de nuestra presencia muchos nos senalan riendo y diciendo "toubab, toubab" (blanco, blanco). Resulta curioso observar su desconcierto cuando les respondes "toubab, toubab, waw, waw" (blanco, blanco, si, si) mientras senalamos nuestro color de piel. Hoy hemos vuelto a visitar los 2 orfanatos que nos parecian mas pobres. Hemos vuelto a repartir comida, ropa, juguetes y hemos comprado un motor para la silla de ruedas del cuidador del orfanato que tiene sus piernas atrofiadas. Mirad, ha sido un dia jodido. La miseria y la bondad que hemos observado hoy nos ha pegado mas fuerte que de costumbre. Estamos satisfechos por lo hecho, sin duda. Pero existe una sensacion amarga que cohibe de disfrutar de este momento. Nos percatamos de nuestra incapacidad de hacer mas y el animo se nos escapa sin quererlo. El cansancio, el calor, el idioma, los kilometros, las malas noches, la impaciencia en el mercadeo... han comenzado a rascar la superficie de nuestras mentes. Despues de un dia asi, nos tomaremos esta noche como primera salida nocturna. Refrescaremos esas mentes con unas cervezas flag a vuestra salud.

EL SEPTIMO DIA

La humildad siempre ha sido una actitud que se nos ha antojado esencialmente decorosa. No hay nada de lo que podamos presumir y, aunque asi fuera, el respeto a la gente pobre deberia eliminarnos de raiz cualquier intento de presuncion por nuestras posesiones mas caras.
Como decimos, una actitud humilde ante la vida en nada tiene que ver con el hecho de tener mas o menos dinero. En todo caso, hemos conocido gente en estas tierras con bienes mucho mas preciados que el mero dinero. Los mismos ninos de los orfanatos son amables, generosos y alegres y asombrosamente solidarios con el resto de ninos.
Todo ello a pesar de aue el descontento de la poblacion senegalesa provocado por la fuerte subida de los precios de los 2 ultimos agnos es generalizado. Como ejemplo, os contaremos que el precio de un dia del alquiler de la casa donde dormimos es superior al sueldo de un mes de nuestro guarda de seguridad (40 euros). Una camistea puede costar 5 euros y un pantalon vaquero 10 euros. Ademas, el arroz y el azucar cuesta el doble que hace un agno.
Hoy hemos visitado un pequeno centro hospitalario donde hemos entregado parte de la medicina que habiamos traido. Hemos estado hablando con el director del centro y con los responsables del Centro Social de Fuenlabrada (gestionado por Arquitectos sin fronteras) que estaba situado a 200 metros de este centro sanitario).

Luego hemos visto la isla de Fondout, una isla formada solo por conchas y que en una islita a parte tienen un cementerio cuyas tumbas son tambien de conchas.

Luego saboreamos un masse, un plato tipico senegales a base de arroz (como no) salsa de cacahuete y unos pedacitos de carne, que nos atemorizo un poco..., excepto a Javi que cuenta ya con un estomago senegales a prueba de bombas.

Para terminar este dia, nos hemos deleitado con una bonita puesta de sol.

Buen apetito, nos vamos a cenar